Boletín del Museo Nacional de Historia Natural, Chile 43: 193-206 (1992)
Silvia Quevedo K.; Eliana Duran S.
La cultura Inka nos ha entregado como una manifestación a sus dioses, los sacrificios humanos de niños realizados en montañas cuyas cumbres superan los 4.000 metros. Estos infantes murieron en algunas ocasiones en forma traumática, según las crónicas, y en otras enterrándolos vivos junto a un ajuar y ofrenda funeraria, como sería el caso de las momias de los cerros El Plomo, Aconcagua y El Toro. Sobre ellas se han hecho numerosos estudios bioantropológicos, a fin de comprobar los antecedentes entregados por los cronistas en cuanto a su forma de sacrificio. De manera paralela, se han investigado y determinado las condiciones más óptimas de conservación museológica. De acuerdo a las características de su ajuar funerario, se ha concluido a qué reino del Tawantinsuyu pertenecieron. Se entrega en este estudio, un análisis comparativo de tres casos pertenecientes a Chile y Argentina.
Inka culture has bequeathed us a testament of its faith in its gods, its sacrifices of children, which took place on mountains whose peaks are more than 4.000 m. high. Sometimes these infants died from trauma, according to chronicles, and at other time were buried alive as a part of burial relics and offerings, as is the case of the mummies of the Cerro El Plomo, Aconcagua, and El Toro. They have been subject to many bioantropological studies in order to test the previous accounts of their ways of sacrifice. The best ways of museological curation have been simultaneously studied and determined. According to the caracteristics of their burial relics conclusions were drawn on the particular Tawantinsuyu kindgom to which they belonged. A comparative analysis of three cases from Chile and Argentina is also given.