Boletín del Museo Nacional de Historia Natural, Chile 30: 313-317 (1969)
Roberto Montandon
Una extrema sub-división del suelo llevada a la exageración y un espíritu muy vivo de grupo informan, en Chiloé, las costumbres patriarcales y arcaicas de las faenas colectivas. Esta parcelación de la tierra que fragmenta el área agrícola de las islas hasta lo indecible y que procura casi a cada familia del dominante sector rural su predio, en su mayoría de reducida superficie, reconoce e implanta desde temprano una estructura, individual en lo particular, colectivista en la formación de la sociedad. Este espíritu de grupo, frecuente en las comunidades indígenas, y que desarrolla y estipula sus normas de vida colectiva a pareja con la formación y evolución de una economía agraria y pastoril que suplanta y supera las etapas primitivas de la caza y la recolección, se injerto en Chiloé en la estructura social de la colonia y más tarde de la Republica. Por otra parte en Chiloé, e independientemente de una sujeción al espíritu de clan, las relaciones 'humanas se basan aun en la tradicional formación y subsistencia del núcleo familiar cuyo origen remonta a los tiempos prehispánicos.